lunes, 31 de octubre de 2011

El Sacamantecas de Vitoria

Nombre
Juan Díaz de Garayo
Alias
El Sacamantecas de Vitoria, Zurrumbón
Fecha del crimen
1870-1879
Lugar del crimen
Vitoria
Singularidad
Su frente recordaba a la de un neanderthal.

La prostituta había entrado en su juego al verlo en el bosque. Era una chica joven, demacrada por la corriente de su vida aunque con un pequeño destello de luz en los ojos. Tal vez fue eso que lo descolocó. Esa belleza tan impura le atraía. Sin embargo, no estaba dispuesto a pagar por ello. La muchacha detuvo la partida de inmediato, no hay trato sin recompensa. Se dirigió hacia al camino de vuelta, esta vez sin contoneo.

Sin dudar el hombre la cogió y la arrastró con fuerza hacia el interior del bosque, donde los gritos quedaban sofocados. Cerró sus manos en torno al cuello de su víctima y esperó al último aliento. Todo pasaba en segundos pero parecía que el tiempo se relentecía mientras observaba el pánico de la muchacha.

La depositó en suelo, le arrancó su ropa provocadora y sació el apetito que le había sido privado hacía unos momentos. Mientras procedía en su enfermizo desenfreno, le desgarró el vientre a la prostituta con un cuchillo que guardaba en el bolsillo del pantalón.

Al verse acorralado por el acusador remordimiento se alzó y corrió sin dirección alguna, evadiendo cualquier explicación de lo que había hecho. Las ramas de los árboles lo camuflaban entre las sombras. Finalmente, ya sentado en el bosque intentaba asumir lo sucedido mientras daba rienda suelta a su jadeo apresurado. No lo podía creer. Todo aquello debía ser cosa del demonio. Un demonio que reapareció al cabo de doce meses con seis mujeres más. La respiración retumbaba y retumbaba por todo su cuerpo.

viernes, 28 de octubre de 2011

El final y la leyenda de El hombre Lobo Gallego



El error  del hombre lobo Gallego fue vender la ropa de sus victimas. Un día, dos hermanos, vieron a una mujer que llevaba una camisa idéntica a la de su hermana despareciada. Entonces, preguntaron a la mujer sobre la ropa y ella dijo  que se las había vendido el tendero. Al poco, los dos hermanos vieron a más personas con objetos de su hermana, entonces avisaron a la Guardia Civil. Cuando Manuel se enteró, desapareció. 
Finalmente, fue detenido el 2 de julio de 1853 en Nombela (Toledo), al ser reconocido por unos jornaleros gallegos. En abril, el Hombre logo gallego fue condenado a muerte. Su abogado intentó convencer al tribunal de que su defendido era un psicótico, todo producto de una mala educación y que no podía haber cometido ningún crimen.
Sin embargo, cuando Manuel Blancó declaró, dijo: “Yo llegue a mantener la forma de lobo hasta ocho días seguidos, aunque normalmente no pasaba de dos o cuatro días. Antonio, sin embargo, llegó a mantenerla diez días y don Genaro hasta quince, aunque lo normal eran cuatro o cinco días. Con ellos maté y comí a varias personas pero a algunos como Josefa y Benita, y sus hijos, lo hice solo”. Por supuesto, a día de hoy, no se sabe nada de tales cómplices
Un año después, se conmutó la condena a cadena perpetua. Ingresó en la cárcel de Allariz en 1854 y, según afirman algunos criminólogos, murió en la prisión de Orense, tras años de ser encarcelado.
Hasta aquí sería la versión oficial, sin embargo, ciertos investigadores, amantes del mundo esotérico, reconocen ignorar que pasó con el asesino. De hecho, no consta cómo murió y no se ha conocido ninguna tumba con su nombre. Cuenta la leyenda que, adoptando la forma de lobo, Manuel Blanco huyó hacia los bosques, donde todavía se le oye aullar las noches de luna llena.

jueves, 27 de octubre de 2011

La psicología del único hombre lobo de España

Manuel Blanco Romasanta es el único criminal que ha sido reconocido por la justicia española como “hombre lobo”. El perfil psicológico que presentaba era el de Lobishome, es decir, se pensaba que era un hombre convertido en lobo y se comportaba como tal. Bien sea por una fada o una maldición, el hombre lobo gallego  dijo que actuaba impulsado por una fuerza irresistible que le hacía convertirse en lobo y atacar a sus víctimas para devorarlas. De hecho, en los lugares donde confesó que había cometido los crímenes, se encontraron diferentes restos humanos. El término culto de este trastorno se conoce como licantropía.  En esa época la licantropía era considerada como una posesión diabólica de modo que se castigaba el pecado de bestialismo.

El hombre lobo gallego confesó a la policía que supuestamente había cometido los asesinatos juntamente con dos personas más, también hombres lobos. Según Manuel, eran Antonio y Don Genaro, naturales de Valencia. Decía que  Antonio se transformaba en hombre lobo durante más de dos semanas y Don Genaro tan solo dos días, pero era el más sanguinario e insaciable. Nada de esto se demostró, así que quizá solo estaban en su imaginación.

Aunque el principal rasgo psicológico de este asesino en serie es que se consideraba un hombre lobo, podemos ver otros rasgos de su perfil en la forma que cometía los crímenes. Se puede deducir que era una hombre calculador, ya que planificaba muy bien todos sus crímenes, cada acción estaba mesurada, esperaba el momento oportuno en los bosques para iniciar sus ataques que terminaban con la vida de las víctimas.

La otra característica que podemos deducir de sus crímenes es que era un hombre inteligente, o al menos eso parece, ya que se encargaba el mismo de falsificar y llevar cartas de las personas que había matado a sus familiares, para que no sospecharan nada de nada. Incluso en una ocasión, adoptó un nombre falso para escapar de las personas que lo estaban persiguiendo.

Además, Manuel Blanco era huérfano de padre, la cual cosa hizo  que su infancia estuviera plagada de carencias. Unas carencias que le marcaron su vida.

El Hombre lobo gallego tenía un perfil psicológico muy determinado y poco usual, pero sumamente interesante.  

miércoles, 26 de octubre de 2011

Las víctimas de El Hombre Lobo

Manuela García Blanco y su hija Petra. 1846. Naturales de Rebordechao. Confiaron en que Manuel Blanco las llevaría hacia la montaña de Santander y allí encontrarían trabajo. Nunca más se supo de ellas, aunque Manuel aseguraba que las había dejado muy bien colocadas en casa de un religioso.
Rebordechao, Villar del Barrio. Pueblo del que salían las víctimas
Benita García Blanco y su hijo Francisco. 1850. Hermana y sobrino de la primera víctima.
José Pazos García (sobrino de las hermanas García Blanco), su mujer Antonia Rúa y su hija, Peregrina. 1850. Todos familiares que querían correr la misma suerte que sus tías y primos que habían emigrado y, según Manuel, disfrutaban de una vida envidiable.
Josefa, y después María Dolores (hija de Antonia Rúa). 1850. María Dolores tenía 11 años y El Hombre Lobo aseguraba que la quería como a una hija.
Como ya dijimos ayer, nunca se encontraron sus cuerpos, y por tanto no se sabe a ciencia cierta cómo murieron. Los cierto es que Manuel Blanco Romasanta confesó, una vez detenido, éstos crímenes, y se le atribuyen más sin identificar. Fue precisamente la familia de todas estas personas quien comenzó a deducir que algo raro estaba pasando.

martes, 25 de octubre de 2011

Los crímenes licántropos de Manuel Blanco

Manuel Blanco Romasanta, el Hombre Lobo Gallego también conocido como El Tendero, planificaba sus acciones con antelación, se tomaba su tiempo. Esperaba el momento oportuno escondido en el bosque y asesinaba a sus víctimas; después, escondía sus cuerpos para no ser descubierto, les robaba los objetos personales y dinero y los vendía.

Si temía que los familiares de las víctimas buscaran con demasiado interés, les mandaba cartas en nombre del fallecid@ en las que decía que estaba bien y que muchas gracias por la preocupación y ayuda. Como Manuel Blanco conocía bien los caminos de la Galicia de 1846, se ofrecía a transportar a personas, en su mayoría chicas, hacia un lugar donde encontrarían mejores perspectivas de futuro (como las montañas de Santander). Ésas personas nunca llegaban a su destino, y nunca más se sabía de ellas; pero él, de vuelta en el pueblo, le contaba a todo el mundo lo bien que les iba. Así conseguía que más personas se animaran a ir.

Nunca se encontraron los cuerpos de las víctimas, motivo por el cual no se sabe a ciencia cierta cómo las mató. Él, una vez detenido, confesó 8 de sus crímenes, pero se cree que podrían ascender a más de 13, y declaró que obraba impulsado por una fuerza irresistible que le hacía convertirse en hombre lobo y atacar a sus víctimas para devorarlas. Afirmó también que no obraba solo, que había otros hombres lobo que le ayudaban, como Antonio y Don Genaro. Siempre existirá la leyenda alrededor de la licantropía de Manuel Blanco, pero lo cierto es que, en los lugares en los que confesó haber actuado, se encontraron restos humanos…


lunes, 24 de octubre de 2011

El Hombre lobo Gallego


 
 Nombre
Manuel Blanco Romasanta
Alias
 El tendero, El hombre lobo gallego
Fecha del crimen
A partir de 1846
Lugar del crimen
Orense
Singularidad
Único asesino reconocido por la justicia española como hombre lobo




Manuela se despedía de sus hermanas mientras disimulaba las lágrimas que recorrían sus mejillas, sabía que las echaría mucho de menos. Ya había tomado una decisión y no había vuelta atrás. Desde que se había separado de su marido la vida en Rebordechao (Orense) era muy mísera y precaria. Hasta entonces había ahorrado un poco sirviendo en casa de Dª Brígida Aguiar y D. Luis García, pero no lo suficiente. Tenía una hija que echar hacia adelante y necesitaba mantenerla en mejores condiciones. Tras vender todos sus bienes decidió marcharse a Santander para encontrar una buena casa donde servir.
Manuel, el tendero ambulante, conocía los caminos del país como si se tratara de su propia casa. Así que se ofreció para guiar a Manuela y a su hija hasta Santander y, además, prometió conseguirles un buen trabajo.
Al cabo de unas semanas, el tendero volvió al pueblo y explicó a los familiares de Manuela que ella y su hija habían encontrado una casa religiosa donde poder trabajar y alojarse en perfectas condiciones. A pesar de la rareza del asunto, las hermanas de Manuela se alegraron y no fue hasta meses más tarde cuando empezaron a encontrar extraño que su hermana no hubiera escrito ni una carta explicando dónde y cómo estaba.
Durante esos meses muchas de las mujeres del pueblo, celosas de la buena fortuna de su vecina, decidieron confiar su porvenir al tendero, dada su eficacia con Manuela. De esta manera, Benita partiría hacia casa de un supuesto cura al cabo de unas semanas, así como Josefa o Antonia, muchas de ellas acompañadas por sus hijos.
Fueron pasando los meses y la inquietud empezó a imperar entre los habitantes de Rebordechao ya que ninguna de las mujeres que habían partido se ponían en contacto con sus familiares, únicamente mediante ambiguos mensajes que el tendero les explicaba. Empezaron los rumores en torno a la sospecha de que algo terrible podía haber ocurrido a las mujeres y niños que viajaban con “el tendero”.  Efectivamente nunca más se los volvió a ver. ¿Qué había hecho el tendero con ellos?

domingo, 23 de octubre de 2011

Y para entretenernos, una nueva serie: Homicidios

¿Te interesa el mundo de la criminología, de los asesinatos, del análisis de conducta? Si la respuesta es que sí, quizá te interese esta serie: Homicidios.

Esta temporada, Tele5 se sale del tipo de programas que normalmente ocupan su parrilla para ofrecernos esta serie que gira en torno a un psicólogo especializado en psicología criminal llamado Tomás Soller (Eduardo Noriega), y una brigada especial de los cuerpos de seguridad que se ocupa de los homicidios de Madrid, cuya jefa es la inspectora Eva Hernández (Celia Freijeiro). La serie tiene un doble hilo argumental: por una parte, en cada capítulo se abre y se cierra un caso relacionado con un asesinato; por la otra, los agentes y el psicólogo no dejan de trabajar, durante la primera temporada, en un mismo caso más complejo que les involucra personalmente.

Pero antes de juzgar la primera temporada, debemos dejar que termine. Si quieres verlo por ti mism@, no te pierdas esta promo de uno de los capítulos:


¿Pinta bien, verdad? Pero si aún no estás convencid@, puede que te ayude saber qué opina de ella una de sus protagonistas: 


Si te interesa pero te has perdido los primeros capítulos, no te preocupes. Aquí los puedes ver cuando quieras: http://www.telecinco.es/homicidios/. Es importante que recordemos que hace tan solo unos días Tele5 anunciaba que Homicidios se dejaría de emitir los martes a las 22:30 h. para empezar a emitirse a las 00.00h, ya que la serie registraba los niveles más altos de audiencia a partir de esa hora y se cree que el público del late night es más adecuado para el género de la serie. Sea a la hora que sea, seguro que disfrutaremos con sus aventuras.


viernes, 21 de octubre de 2011

El hijo de Sam, actualmente en prisión

El hijo de Sam tardó año y medio en ser capturado, pero finalmente fue detenido por la policía neoyorquina el 10 de agosto de 1977 cuando salía de su casa. En el juicio, Sam se declaró culpable ante el juez, aunque solo fue juzgado por algunos de los casos. 

La sentencia: El hijo de Sam fue condenado a 365 años de cárcel, actualmente todavía está en la prisión cumpliéndolos.

En ese mismo juicio, intervinieron cuatro psiquiatras, tres de los cuales afirmaron que Berkowitz era un enfermo mental, un esquizofrénico que se creía poseído por los demonios. Sin embargo, el cuarto psiquiatra, David Abrahamsen no compartió ese diagnóstico y afirmó que  aunque se trataba de un hombre atormentado estaba fingiendo.  El hijo de Sam confesó más tarde que David tenía razón, pero en la actualidad ha vuelto a sostener la idea de que estaba poseído “en un sentido psicológico” por Satanás.

¿Qué sabemos ahora de El hijo de Sam?

Actualmente, como hemos dicho, está en prisión, cumpliendo la condena de 365 años que le fue impuesta. Es el pastor del módulo en el que habita en la cárcel – pertenece a la Iglesia de los Cristianos Renacidos-. También ayuda a todas las personas que forman parte del programa de rehabilitación de la cárcel y posee su propia página web. Berkowitz afirmó que “El señor me alcanzó con sus manos piadosas y me salvó la vida. Yo sólo puedo darle las gracias”. FUENTE: Revista “Muy historia”


El hijo de Sam, el mayor asesino en serie de la historia de Nueva York sigue entre rejas.  

En este vídeo del programa Misterios sin resolver, se plantean diferentes visiones sobre el caso de  El hijo de Sam. ¿Actuó solo Sam? ¿Hay otras personas implicadas?

jueves, 20 de octubre de 2011

El perfil de un criminal satánico

El mayor asesino en serie de la historia de Nueva York presentaba un perfil psicológico de criminal satánico. Él mismo declaró haber matado a todas esas personas porqué seguía las instrucciones del demonio que emanaban de los ladridos del perro de su vecino, Sam Carr, motivo por el cual la prensa le bautizó como El Hijo de Sam.

David Berkowitz dijo que sentía unas voces en su interior, las voces del demonio, que le conducían a hacer lo que hacía “esperaba una señal y oía voces demoníacas que me ordenaban dar muerte”.

Anteriormente, se  había relacionado con algunas sectas satánicas. Una de estas sectas fue Los Veintidós Discípulos del Infierno, relacionada con la brujería, adoradores del demonio que creían en los sacrificios humanos. 

Otra característica psicológica de Sam es que presentaba una gran frustración  sexual, por eso atacaba a mujeres, porqué según él era el colectivo que más amargamente le había tratado. Ya en su juventud tubo la intención de formar parte de un club de “odiadores de mujeres”.

Además, Sam se dio a conocer a través de la prensa, lo que nos indica que quería tener notoriedad y alcanzar la fama.  En su primera declaración tras la detención, reconoció ser El hijo de Sam y haber enviado todas las cartas.

Como veremos mañana en el post sobre la sentencia, tres de los cuatro psiquiatras que declararon en el juicio, sentenciaron que se trataba de un esquizofrénico que se creía poseído por los demonios, pero hubo uno que discrepó. No queremos adelantarnos a los hechos, así que mañana tendréis el resto de la información.

miércoles, 19 de octubre de 2011

Las víctimas del "pistolero loco"

A continuación presentamos todas las víctimas de El Hijo de Sam. Este asesino actuaba rápido sin dejar rastro, siempre atacando en circumstancias muy similares  con su arma calibre 44 y cerciorándose de que sus víctimas murieran. No todos perecieron, incluso se equivocó pensándose que un hombre de pelo largo era una mujer. De todos modos, su falta de escrúpulos y su actuación desenfrenada dejó a toda la sociedad de Nueva York aterrotizada.



Donna Laurita y Jody Valente: Fueron sus primeras víctimas. La madruga del 29 de julio de 1976 El Hijo de Sam disparó 5 tiros a Donna mientras salía del coche de una amiga, Jody. Murió al acto, en el hospital no pudieron hacer nada. Su amiga, Jody, recibió una bala en la pierna y pudo sobrevivir. Los vecinos avisaron a la policía de la presencia de un coche amarillo que se fue corriendo después del altercado. Las balas correspondían a un revolver calibre 44, arma específica para matar personas.

Carl Denaro: El asesino también actuó de madrugada, pero esta vez se equivocó. Pensándose que Carl era una mujer, por su cabello largo, le disparó cinco veces. Solamente un tiro dio en el blanco, a pesar de la gravedad, no causó la muerte de Carl.

Donna DeMasi y Joanne Lomino: El hijo de Sam se dirigió a las dos chicas, que estaban sentadas en el portal de una casa, aparentemente con ademán de pedirles por una dirección. Al acercarse, sacó de su chaqueta la pistola y las disparó. Rápidamente entraron en el portal y pudieron salvarse, aunque la bala que impactó en Joanne le afectó a la médula espinal y nunca más volvió a caminar. 

Christine Freund: Sam actuó de manera parecida a su primer asesinato. Disparó a Christine mientras se despedía de su pareja en un coche. El Hijo de Sam disparó directo en el blanco. Christine murió, ya en el hospital. 

Virginia Voskerichian: Tuvo la mala suerte de cruzarse con Sam el 8 de marzo de 1977 al regresar a casa. No intercambiaron ninguna palabra, se oyó un disparo y murió al acto. Este ataque fue relacionado a la serie de episodios anteriores ya que en todos se utilizaban las mismas balas calibre 44. 

Valentina Suriani y Alexander Esau: Sam estacionó al lado del coche de Valentina y Alexander disparó dos veces a ambos y se marchó, sin más. A diferencia de las otras acciones, esta vez dejó una carta para el capitán de la policía, el comandante Borelli. A partir de ese momento ya se descubrió que el "pistolero loco" era un psicópata  muy peligroso.

Salvator Lupo y Judith Placido: Salieron de la discoteca y al entrar en el coche, igual que todas las otras veces, Sam se acercó y los disparó. Afortunadamente no murieron y su testimonio sirvió para cerciorar que el psicópata que acechaba Nueva York se trataba de un asesino muy rápido, inteligente, incapaz de dejar huella.

Stacy Moskowitz y Rob Violante: Al cumplirse un aniversario del primer asalto del Hijo de Sam, todo el mundo esperaba un asesinato “conmemorativo” de alguna otra pareja. Pero no sucedió absolutamente  nada, Sam era listo y hasta dos días después no actuó. Stacy Moscowitz y Robert Violante acababan de salir del cine cuando Robert propuso ir a pasear. De repente, a Stacy le pareció ver una figura entre las sombras que los observaba y que, al notarse descubierto, intentó alejarse. Grave error el pasar por alto este hecho, al cabo de unos minutos fueron atacados a balazos por Sam. Él recibió dos tiros en el rostro perdiendo un ojo y el 80% de visión y ella murió.

martes, 18 de octubre de 2011

¿Cómo asesinó El hijo de Sam a sus víctimas?

David Berkowitz, El hijo de Sam, asesinó a más de 10 personas en el periodo transcurrido entre el 29 de julio de 1976 y el 31 de julio de 1977. Mataba mayoritariamente a mujeres, a base de disparos de pistola (un revólver Bulldog calibre 44). No disparaba una sola vez, prefería asegurarse de haber acertado y haber matado a la persona en cuestión.

Sobre el móvil de David Berkowitz ha habido mucho debate, ya que él aseguraba que escuchaba voces del demonio que le daban la orden de matar, y realmente tuvo relación con algunas sectas satánicas; pero más tarde él mismo desmintió tal motivo. Probablemente matara a sus víctimas por vengarse del género femenino, que le había “rechazado” a lo largo de su vida, como más tarde estudiaremos en su perfil psicológico.

En cualquier caso, El hijo de Sam elegía a sus víctimas de forma desordenada e impulsiva –en una ocasión mató a un hombre con el pelo largo al confundirlo con una mujer-, y no disfrutaba con el proceso de asesinato como hemos visto en otros asesinos como Jack el Destripador, si no que necesitaba dar muerte, acabar con la vida de esa persona. No hacía nada con el cuerpo, no llevaba a cabo rituales con él, solo necesitaba que esas mujeres dejaran de respirar. Una forma de asesinar muy convencional para un asesino que lo era muy poco.


lunes, 17 de octubre de 2011

El Hijo de Sam


Nombre
David Berkowitz
Alias
El hijo de Sam
Fecha del crimen
1976
Lugar del crimen
Nueva York. Distritos del Bronx y de Queens
Singularidad
Es un criminal satánico que utilizaba un revolver Bulldog, como si fuera un pistolero.



Donna y Jody eran amigas desde hacía mucho tiempo. Siempre les costaba despedirse, no encontraban el momento de poner punto y final a sus interminables charlas, llenas de risas, susurros y miradas condescendientes. Se veían muy a menudo pero todavía les faltaba tiempo para comentar la jugada de todo lo acontecido entre su pandilla de amigos.

Esa noche de julio las dos se encontraban en el coche de Jody, aparcado enfrente de casa de Donna. Había sido una noche divertida en el bar del pueblo, reían y reían mientras reproducían con gestos cómicos las anécdotas sucedidas. Ya llevaban más de media hora alargando la despedida cuando miraron el reloj, suspiraron y finalmente, se dieron por vencidas: “ya es muy tarde, debemos volver a casa”, dijo Jody.

Mientras Donna daba dos besos a su amiga abrió la puerta del coche y se despidió con un guiño simpático. Al dirigir la mirada hacia su casa vio a su padre que salía de casa a pasear el perro. Ese cruce de miradas le reveló que algo no iba bien, “si tampoco he llegado tan tarde”, pensó, ingenua, Donna. Y no le dio tiempo de pensar nada más, en ese mismo instante apareció de la oscuridad un hombre que sacó algo de una bolsa de papel y le disparó en el cuello, causándole la muerte inmediata.

Todo sucedió muy rápido ante los ojos del padre y de la amiga, el tiempo se colapsó por completo. Jody palideció, la perplejidad del momento la dejó sin respiración. Sufrió una convulsión y su cuerpo se desplomó sobre el volante, presionando, así, el claxon. Las luces del vecindario empezaron a encenderse mientras el asesino, más tarde conocido como el Hijo de Sam, se camuflaba entre la oscuridad e huía.

Según declaraciones posteriores del asesino, durante el día buscaba trabajo pero por la noche se dedicaba a buscar víctimas. Esperaba una señal y oía voces demoníacas que le ordenaban “dar la muerte”.

domingo, 16 de octubre de 2011

Especial: Mientras Duermes

Clara, la vecina del 5º B. Con esa maldita sonrisa de cada mañana. Esa irritante actitud positiva al despertarse. Esa alegría pedante al abrir el ascensor para salir a trabajar. Desgraciada felicidad.

César es el portero de un edificio. Nunca ha sido feliz, nació sin esa capacidad. Cada mañana lucha por poder encontrar una motivación. Muchas veces ha querido abandonarlo todo, pero ha descubierto una manera para seguir adelante: poner todo su empeño en que los demás tampoco sean felices.

El tener acceso a todas las puertas del edificio y el hecho de ser el hombre de los recados son los ingredientes que le dan un margen de maniobra perfecto para actuar. Su objetivo es Clara y su sonrisa.
Pulcritud, ejecución perfecta y meticulosidad. Son los cómplices de una actuación sin huellas, capaz de eliminar pruebas y enfocarlas hacia otra persona. Una mente calculadora alimentada de obsesiones desenfrenadas.

No se trata de un asesino en serie se trata del personaje que encarna Luis Tosar en la película Minetras Duermes, dirigida por Jaume Balagueró y escrita por Alberto Marini. Desde este viernes, 14 de octubre, ya se puede ver en las grandes pantallas y aunque la historia no trate de un asesino en serie, hemos querido recomendarla por la plasmación perfecta de una personalidad psicópata: la obsesión, la ausencia de remordimiento, la actitud calculadora y la maniobra impecable.





sábado, 15 de octubre de 2011

Una teoría diferente


Hace una semana os contábamos en este blog todo lo relativo a Jack el Destripador; todo lo que habíamos encontrado en los libros de criminología que nuestras fuentes amablemente nos han facilitado. En la última entrada sobre Jack el Destripador, sin embargo, recibíamos un comentario de un blog llamado Antisatanistas con el siguiente texto: Jack el Destripador eran varios miembros de la élite de la francmasonería, en concreto, de la logia masónica Real Alpha. Como en La Huella del Crimen no queremos dejar nada en el tintero, hemos investigado esta teoría alternativa y agradeciéndole mucho a Antisatanistas la aportación, aquí os la explicamos.

En 1976, el autor británico Stephen Knight lanzó, bajo el título Jack the Ripper, the Final Solution ("Jack el Destripador: la solución final"), una curiosa teoría acerca del misterio de Jack el Destripador, el asesino de las cinco prostitutas del barrio de Whitechapel, al Este de Londres. En el libro, se sugiere la responsabilidad de la familia real británica en tal ejecución. La desgraciada historia de esas mujeres, asesinadas salvajemente por un hábil cirujano siguiendo el ritual del juramento masónico, conducía hasta el príncipe Eduardo, nieto de la reina Victoria y presunto heredero de la corona, gran protector de la Orden. El libro tuvo numerosos lectores y sirvió de base para la película Murder by Decree ("Asesinato por decreto").

Animado por el éxito de Jack, Knight escribió otro libro, que salió al público en 1984 con el título The Brotherhood. The Secret World of the Freemasons ("La Hermandad. El mundo secreto de los francmasones"), en el que exponía la gravedad de las actividades de la Francmasonería -ajena, por su carácter secreto, al control de las leyes del país- y su enorme influencia sobre el cuerpo social, político y económico, es decir, sobre policía, judicatura, ejército, educación, gobierno local, regional y nacional, aristocracia y realeza. Es importante recalcar que los libros de Kinght se encuentran aún hoy en las librerías en las secciones de no-ficción. 

Por otro lado, el diario The Telegraph, publicaba en octubre de 2009 un artículo que, bajo el título “¿La identidad de Jack el Destripador finalmente descubierta?” explicaba el testimonio de un historiador (Mei Trow) que aseguraba haber descubierto la identidad de Jack mediante técnicas de policía forense. En este caso se llegaba a la conclusión de que el asesino era Robert Mann, trabajador en una morgue. Sobre esta investigación, el canal Discovery Channel emitió un documental llamado Jack The Ripper: Killer Revealed. Para los creyentes de la teoría masónica este documental sirvió únicamente para encubrir la teoría expuesta por Knight.

Lo cierto es que, a lo largo de los años, se han propuesto más de 100 sospechosos como posibles Jack el Destripador, entre ellos Robert Mann o el príncipe Eduardo. Sea como sea, el misterio nunca acaba de cerrarse por completo.

[Fuentes: The Telegraph, etnógrafo.com]

Contacta con nosotras

huelladelcrimen@gmail.com
Twitter Delicious Facebook Digg Stumbleupon Favorites More

 
Design by NewWpThemes | Blogger Theme by Lasantha - Premium Blogger Themes | New Blogger Themes